El razonamiento y conocimiento elemental sobre el “sistema de salud” en el país nos recuerda su pobre evolución en los últimos 30 años. Contamos con bajos presupuestos nacionales para el sector, nula planificación y escasa inversión en infraestructura, poca interrelación de los diferentes actores -MINSA, ESSALUD, FFPP y FFAA y privados- en un sistema nunca integrado, obsoleta e insuficiente reglamentación/normatización en salud y del trabajo médico…….. Evidentemente la investigación, desarrollo tecnológico y organización del sector tampoco han desarrollado en proporción a las demandas de salud de la población.
Los Servicios de Emergencia no son ajenos a esta realidad y más bien son víctimas de la indiferencia y descuido de las diferentes gestiones. Los servicios prehospitalarios y hospitalarios de emergencia, cada uno con sus particularidades y necesidades, han sido los más postergados y sometidos a sobrecarga de trabajo y responsabilidades ajenas, abusando de su cualidad de ser permanentes y abiertos al acceso de la población desprovista de servicios ambulatorios adecuados y preparados para resolver sus problemas de salud .